En 1979 la Organización Mundial de la Salud reconoció la eficacia y la seguridad de este método y publicó una larga lista de padecimientos que pueden ser tratados por Acupuntura.
La OMS reconoce desde 1979 a la acupuntura como eficaz para el tratamiento de al menos 49 enfermedades y trastornos, lista que se ha ampliado gracias a la investigación en los años siguientes.

Esta disciplina cuenta con reconocimiento oficial en muchos países. En Brasil, es especialidad médica reconocida; en Colombia, es reconocida por la Seguridad Social; en Chile y Cuba, la Acupuntura está incorporada en su Sistema de Salud Pública; en Europa, Japón, Estados Unidos, México y Canadá su práctica está rigurosamente regulada en sus respectivos países.
En la República Popular China, cuna de la Acupuntura , la duración de la formación académica de Médico Acupuntor es de 6 años, ya que se incluyen en sus planes de estudio la totalidad del conocimiento de la Medicina Tradicional y la Medicina Moderna (Occidental, Hipocrática o Alópata). Y existen numerosos hospitales especializados en la Acupuntura clínica, como en los Hospitales Universitarios de las provincias de Beijing y Yunnan.

Existen pruebas empíricas y científicas que avalan los beneficios de la acupuntura, las terapias manuales y diversas plantas medicinales en diversas afecciones crónicas o leves.
Por ejemplo, la eficacia de la acupuntura, tratamiento popular para aliviar el dolor, ha sido demostrada tanto en numerosos ensayos clínicos como en experimentos de laboratorio. Por ello, el 90% de los servicios de tratamiento del dolor del Reino Unido y el 70% de Alemania incluyen la acupuntura entre los tratamientos que dispensan.

Un médico de medicina occidental podría tratar a dos pacientes que sufren la misma dolencia de la misma manera, mientras que los médicos chinos entenderían que cada paciente es un individuo. «Lo que hace que la medicina oriental sea tan diferente a la occidental es que en lugar de prescribir un único tratamiento para todos los pacientes con ciertos síntomas, la medicina oriental estudia las necesidades de cada cuerpo individual y único y actúa en consecuencia», según Gaia . «En esencia, es un plan de acción a corto plazo versus a largo plazo».
La medicina occidental a menudo se basa en terapias farmacéuticas para abordar problemas de salud, mientras que la medicina china se basa en sustancias más naturales.
Algunos pacientes optan por una combinación de medicina china y occidental, y es una buena idea compartir con su médico o proveedor todos los tratamientos y terapias que usa.

Necesitamos tanto la medicina Occidental como China.
Los dos enfoques buscan el mismo objetivo, podríamos decir que son complementarios.
Cuanto antes queden integrados ambos en un enfoque universal para la curación y el tratamiento, más saludable y más fácil resultará nuestra respuesta a las enfermedades.

Además de ayudar a reducir los estados de dolor, la acupuntura es fácilmente aplicable, siempre y cuando se esté en manos de un profesional, acorta el periodo de convalecencia y resulta muy eficaz. Es especialmente beneficiosa en quienes padecen enfermedades crónicas que no responden al tratamiento convencional y para aquellos alérgicos a ciertos medicamentos. Es indicado para: alergias, eczemas, depresiones, dolores por inflamaciones articulatorias, problemas gástricos, estreñimiento, incontinencia urinaria, dolor de muelas, partos y acontecimientos perinatales. La acupuntura también puede ser de gran ayuda para dejar de fumar y evitar la ansiedad en proceso de dieta.

No. Consiste en un pequeño pinchazo. Únicamente puede sentirse algo al estimular la aguja, pero no provoca dolor. Esto depende en gran parte al acupuntor y la técnica que ha depurado a lo largo de su experiencia y su formación cualificada que lo avalan.

Las agujas utilizadas vienen envasadas individualmente y son de un solo uso.
Después de tu sesión de tratamiento se desechan. utilizo exclusivamente agujas de oro antialérgicas.
La acupuntura no ocasiona ningún efecto secundario negativo.